miércoles, 1 de septiembre de 2010

El que dijo que sin pasión ni romance no puede haber amor, está equivocado. Es simple, ambos ingredientes, tan ricos, suelen durar poco. Meses, semanas e inclusive días. Lo que no resulta tan “conveniente” para algunas de nosotras, fieles creyentes de que el grado de dulzura equivale al nivel de interés por el otro.
Por creer y caer en esta leyenda urbana, una vez más, me equivoqué.

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